Veo ciudades petrificadas, el aire huele a petróleo y azúcar. Incontables días caminando por estas tierras vacías y he perdido el horizonte. Persigo el resplandor rojo, pero las nubes como mar de sombras se encargan de cubrir cada ápice de luz. Los centenares de cráneos sonrientes adornan mi camino y en mi cabeza vuelven imágenes de una era pasada. La ciencia, la política, la religión, ahora tan solo palabras vacías sin lugar en este nuevo mundo. Recuerdos de una era que jamás volverá. Europa y Rusia se han disuelto. América desapareció. La gente corría desesperada al subsuelo en búsqueda de esperanza, nadie sabe que fue de ellos. Los Noah purgaron la tierra de nuestra especie, quién sabe cuántos quedamos ahora, la tierra luce como un páramo yermo. Hicimos contacto un 14 de junio a las 23:00. Bajaron de sus naves a mares y no fue nada como contaban aquellas películas de ciencia ficción, nada de negociaciones estúpidas ni científicos intérpretes tratando de descifrar s