Despierto algo confundido, otra vez esa sensación de frío que carcome toda mi espina dorsal. Me miro las manos y están sudosas, un sabor amargo me viene a la boca. Me visto, tomo un baño rápido y bajo al garaje. Otra noche más en esta apestosa ciudad. Gotas gruesas y pesadas de lluvia empiezan a golpear al parabrisas, un relámpago pinta de blanco el cielo. Me muevo lento por las calles en espera de algún pasajero. Me paro a pensar en una esquina. Fue apenas hace tres meses que era contador en una oficina del centro...¿ cómo pude echarlo todo a perder? A unos veinte metros veo una silueta de mujer, distingo un gesto con el dedo llamándome. Avanzo y nada, debí haberlo imaginado. Las farolas de mi taxi me dejan ver algo fuera de lugar. Sombras que se mueven en medio de oscuros callejones. Empiezo a tararear una canción para relajar el ambiente. No fue nada. Después de todo, llovía intensamente. Regreso a casa muerto de frío, me acuesto y enciendo la TV. Afuera sigue lloviend