El cielo está
quieto, oscuro y silencioso. Uno de sus ojos parece brillar a lo lejos, casi
desaparece. El negro absoluto permanece expectante, ignora al brillante.
Entonces celebra su soledad allá arriba mientras observa espeluznante el
despertar del muerto.
Han pasado más
de dos horas desde que los faros del coche se apagaron, más de dos horas en que
las caricias comenzaron. La música ha dejado de sonar y los latidos también. Se
asoma una patrulla por el retrovisor. Más te vale que despiertes, corazón.
La placa
corresponde a otro distrito, mala cosa, robado tal vez. No, vamos. Déjate de
estupideces. Hay que dejar de ver esa serie de una maldita vez. Una de las
puertas traseras está entre abierta. Drogadictos, dices. Ah, un par de porros.
Quién, no.
Acercas tu
linterna, dos siluetas se dibujan, solo una se mueve. Está demasiado oscuro y
crees ver sangre. Hombre, ya para de imaginarte cosas. La puerta se cierra de
golpe. Llamas a los ocupantes dando una advertencia. Tranquilo, no te pongas
nervioso.
Es tu primera
noche, jugador. Tómalo con calma. Seguro se están cagando de miedo ahí dentro.
Sí, eso es. ¿Desenfundas? Sí, bueno. Igual tranquilo, viejo. Recuerda que
tienes a una preciosa dama y una dulce niña esperándote.
Una segunda
advertencia para hacerles saber quién manda. Estás a punto de pedir apoyo pero
la puerta se abre. Dos hermosas piernas blancas nacen, una minifalda que llega
hasta donde la imaginación alcanza. Su cuerpo es lujuria, toda ella es placer.
Respiras más
tranquilo, bueno no tan tranquilo. Tus ojos no se despegan de esa mujer. Te
cuesta pronunciar esas primeras sílabas pero luego lo haces con fluidez. Su
primer aniversario, una pequeña fiesta, iban de camino a casa y… un polvo,
oficial.
¿Y qué querías
que te dijera? Ha contestado todas tus preguntas. Una sonrisa que invita al
pecado asoma de sus labios, juega contigo y apenas empieza. Le pides que llame
a su novio, ella cambia de expresión. Se muerde un labio. Te lo pide, por favor.
Exceso de
alcohol, obviamente. Ahora sí encuentras hierba por ahí es otra cosa. No temes
encontrarla, temes despejar por un momento tus ojos de ella. No puedes, no
quieres. Está cual tronco, dice. Después de ... claro. Pero que hijo de puta
con suerte.
Avanza hacia ti
y estás en trance. Se para justo en frente, te susurra algo que no entiendes.
Sientes como tu piel se tensa al sentir su respiración tan cerca. Su cuerpo te
lleva a la locura, la deseas. Ella asiente con la mirada invitándote a hacerlo,
ya casi...
El juego sexual
termina con la puerta del conductor abriéndose. Mierda, ¿pero que ha pasado? No
te puedes creer lo que estabas a punto de hacer y justo cuando vas a sacar tu
libreta de infracciones el muerto despierta.
Tiene la mitad
del cuerpo arrancada, la otra mitad ha dejado la mayor parte de órganos
expuestos. Un desastre, mi amor, debiste elegir uno mejor. Tu cara se
transforma de horror, esa masa sanguinolenta se ha parado y se fuerza a moverse.
Aúlla, se
retuerce con cada movimiento. Se abre más exponiendo ahora un delgado tentáculo
que asoma por debajo. Vacías tu revolver sin pensarlo dos veces, te consume el
miedo. Poco a poco ves como empieza a deshacerse dejando un sopa de miembros.
Tiemblas como
nunca antes lo has hecho, intentas dar un paso pero tú cuerpo no te obedece. Su
rostro es triste, sabe a desilusión. No sé ha movido de tu lado un centímetro y
ahora te mira afligida. Mi pobre niña, otro vano intento de reproducción.
Ahora van a ser
uno, eres perfecto o al menos eso cree ella. Sus manos te sujetan el rostro, se
ensanchan de forma inhumana hasta rodear por completo tu cráneo. Abre
cuidadosamente tu boca hasta la deformidad. Te susurra algo como…
yhmilhajad kehana uhmug
Las palabras
traspasan tu mente, te abandonas, pero no sin antes ver como su piel se abre y
un mar de ojos palpitantes te engullen devoradores. Ella es el uhmug y
llevas ahora en tu carne su engendro. Que tu cuerpo le reciba y que tus
órganos le abriguen.
Nacerá de ti en una noche cómo ésta, un solo ojo estará observando desde allá arriba. El mismo que atestiguara el encuentro. Ella está feliz, sonríe como nunca antes lo ha hecho. Te despides con un beso, ella es tu felicidad. Que tenga buenas noches, oficial.
Nacerá de ti en una noche cómo ésta, un solo ojo estará observando desde allá arriba. El mismo que atestiguara el encuentro. Ella está feliz, sonríe como nunca antes lo ha hecho. Te despides con un beso, ella es tu felicidad. Que tenga buenas noches, oficial.
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