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LA CHICA PERFECTA


La conocí en una famosa página de citas de Internet. Al principio me mostré cauteloso, no sabía que pensar. Después de tanta insistencia por varias de mis amistades decidí probar. En efecto, conocí a alguien que robaría toda mi atención y que terminaría por ser la dueña de mi corazón.

Luego de varias semanas de intercambiar mensajes y compartir historias decidimos conocernos. Era profesora de secundaria, muy impresionante en persona, con una figura que no te esperarías de alguien que trabaja en educación. Tenía el pelo castaño y rizado, ojos cafés y una mirada cautivadora.

Debo admitir que me arriesgue demasiado en nuestra primera noche, creo que me deje llevar un poco por la emoción. En pocas ocasiones me había pasado y es que, ella despertaba en mí una pasión que escapaba a la razón.

Me la lleve a una habitación de hotel, un poco nervioso le hice la propuesta y accedió. No voy a entrar en detalles, lo siento, soy un caballero después de todo, pero quiero dejar en claro que la pase mucho mejor que con la mayoría de chicas con las que he estado. Incluso aquellas por las que he pagado.

Tras hacerlo, bebí algo de agua del vaso junto a la cama y me disculpe con la excusa de ir al baño. Había escondido allí mi maletín, así que cogí uno de los cuchillos más afilados que tenía. Mi intención era mantenerla con vida el mayor tiempo posible, se lo merecía, era una verdadera delicia. Giré el pomo de la puerta del servicio y todo se volvió negro.

Me desperté con mis piernas y manos atadas sobre la cama. Mientras recuperaba el conocimiento note una sensación extraña en mi brazo izquierdo. Lejos de estar asustado, estaba realmente impresionado de que ella se las hubiera ingeniado para desmembrar mi mano sin haberme despertado.

Salió del baño, cubierta de mi propia sangre, y blandiendo el cuchillo que planeaba usar con ella. Se recostó sobre la cama y me dedico una mirada antes de empezar a trabajar con los dedos de mi pierna derecha.

Al terminar, me dijo lo mucho que se había quedado impresionada. Me confesó que estaba profundamente enamorada. Se hizo un cuidadoso corte en el vientre y me expuso su carne explicándome que ella era completamente mía y yo suya.

Nos casaremos en tres meses.

Que puedo decir, es la chica perfecta.

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