Sé que nos faltaron dos palabras, y ambos sabemos cuáles son. Que fácil hubiera sido haberlas dicho en ese momento, pero no hubiéramos sido nosotros, al menos eso creo después de tanto tiempo.
Me equivoqué primero y después tú. Reímos tanto ese día, lloramos mucho también. Tuvimos tantas oportunidades para arreglarlo, pero nos sobraba orgullo, y nos faltaba humildad.
Lo cierto es que pasó el tiempo. Tú cambiaste, yo cambié. Cambiaron los días, la gente, mi carácter, tu forma de ser. Y a pesar de todo, mi recuerdo sigue fiel.
Porque aún tiemblan mis sentidos al pensar en volverte a ver, y sé que aún tu mirada me llora sin poderse contener.
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