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REDENCIÓN


Max se acobardó y no la dejo entrar. Increíble, no me lo creo. Había pasado todo el fin de semana preparándolo todo y ahora se echa para atrás. Quien sabe que estúpida historia les había inventado a sus padres, se había salido con la suya y ahora se había negado a hacerla pasar. Adolescentes. En fin, veamos lo que tiene para ofrecer hoy esta mugrosa ciudad.

La señora del catorce se ha vuelto a caer, pero que manera de echarlo todo a perder. Era polvo seguro entre su hija y el plomero, el hijo de puta tenía la manguera a la mitad. Una ambulancia, parece decir. Bah, solo fue un golpecito en la cadera primor, por tan poco vas a ponerte a gritar. Y ahí va corriendo con su maldito teléfono.

Un pastel, globos y hasta un par de regalos. Son tres primaveras campeón, toda una vida. En serio, hasta qué punto puede devolucionar la humanidad. ¿Y de qué raza es? Tiene el peinado de una prostituta, solo le falta unos aretes y una cartera. Es que no entiendo, un maldito perro solo tiene que saber ladrar, para que carajos es todo lo demás. Nena, ¿y eso?

Ah, heroína, otra vez has vuelto a las andadas, pequeña. Nada bueno salió de dejarla entrar a tus venas la otra vez. Sí, mucho placer. Dímelo a mí, pero a diferencia tuya, linda, se cuándo y cómo dejarlo. No, te estás pasando con la dosis. Cariño, ya me veo en un par de horas haciendo otra llamada anónima a emergencias.

Terry, pedazo de mierda, deja ya de golpearla que la vas a matar. Eres escoria, maldita la hora en que llegaste a su vida. Su pobre pancita, solo Dios sabe si ese bebe nacerá. Debe tener casi seis meses, siete si soy optimista. Eres tan joven, Christy. ¿En qué demonios estabas pensando? Ese imbécil casi te dobla la edad.

El sol casi desaparece, otra vez ese dolor en la parte de atrás. Estas acabado… y que importa. Espero me traigan esos modernos prismáticos del ejército de una buena vez. ¿Es todo lo que alguien como yo le queda por hacer? No lo sé. Trato de no pensar en ello.

Pasa algo raro con los Méndez, corren deprisa de habitación en habitación. ¿Qué pasa? ¿Un viaje? Pero si se mudaron al edificio hace poco. La mujer no parece entender y la niña menos. Él saca algo de uno de los muebles. Vaya, te metiste en algo muy sucio, amigo. Una mala decisión y estoy seguro ni siquiera sabes ponerle a esa pistola el cargador.

¿Quiénes son? No tienen pinta de haber venido al cumpleaños de la mascota de la familia. Equivocado, si eso pensé. El perro se ha puesto nervioso y les ha empezado a ladrar. Bien, vamos, haz tu trabajo. Lo siento amigos, nuestro peludo amigo no piensa compartir nada de lo que está en la mesa. Sera otro día, compañeros.

Ella recoge los vidrios rotos de la sala, Terry mira el futbol como si nada. Y ahora por qué le grita si lo único que está haciendo es recoger su mugrerío. La puerta, otra vez esos tipos. ¿Cuántos son? No alcanzo a distinguirlos. Cobradores, seguro. ¿Empeñaste a tu propia madre, Terry? Se marchan de nuevo, que raro.

Las maletas están listas, la pareja busca algo más que no parece encontrar. En la tele están dando su dibujo animado favorito, no te pongas triste bebe, veras la repetición más tarde en el celular de mamá. ¿A dónde piensas ir con esa arma, amigo? En cualquier aeropuerto te detendrán. La mujer abre la puerta. ¡Pero qué…!

No se mueve y no alcanzo a distinguir que ocurre. ¡No, Dios! ¿Dónde está mi teléfono? Oh, mierda. ¡No puede ser! Necesito llamar a la policía, tengo que…

Vienen para acá. Diez minutos, me dijo. La patrulla más cercana está a diez minutos. En Diez minutos esa criatura no sobrevivirá. La pequeñita salió corriendo al balcón, no alcanza a taparte toda esa maceta mi amor. ¡Maldita sea, yo…! ¿Max? ¡Ayúdala! ¡Hey, a tu izquierda, ayúdala! No, idiota, no te alcanza a oír, hay mucha distancia.

La mujer habrá gritado muy fuerte. Estoy seguro que al igual que Max otro curioso se asomará. ¡El de tu izquierda, hijo! ¡Por lo que más quieras! ¡No! ¡No! ¡No!

Es tarde. Tiene una nueve milímetros con silenciador, no se inmuta. Con el arma levantada la mira a los ojos y aprieta el gatillo muriendo en el acto. ¡Max, espera! ¡Idiota, ahora te asomas! ¡No! Corre, hijo. ¡Sal del edificio! ¡Falló! El ejecutor no alcanza a conectar el disparo. Da una orden y un par de ellos salen corriendo por la puerta.

¡A la mierda! ¿Cómo pude permitirlo? ¿Cómo pude siquiera seguir mirando? ¿Hasta qué punto estoy podrido? ¿La silla de ruedas? No me jodas, mírate. Das asco ahora y dabas asco antes de que esa granada te partiera a la mitad. Traicionaste a tu familia, a tus amigos, nunca te atreviste a mirar atrás. No tenías una vida perfecta, pero la tenías. Ahora no tienes nada.

No te pongas nervioso, anciano. Coloca la mirilla en su lugar, no hay mucha munición pero esta bastará. Sostén el rifle. Bien, relaja los músculos ahora. No tienes mucho tiempo, van a matar a ese muchacho, tienes que hacerlo. No tiembles, no te atrevas. Ahí vienen, eso es, metete debajo de la cama chico y no salgas.

Uno busca en el baño, otro en una de las habitaciones. Esa es de sus padres, no lo encontrarás. Hasta aquí llegaste, no tiembles viejo estúpido. ¡Es tu oportunidad, ahora! Un tiro limpio, me estremece todo el cuerpo. La bala le atravesó el cráneo y ha bañado de sangre una de las paredes. El otro sigue buscando, no se entera de nada y se dirige a la habitación del muchacho.

No te muevas, Max. No te atrevas a salir. Se asoma despacio, sabe que está ahí. No logro centrarlo bien, ya casi… ¡Han entrado los otros! ¡Mierda, ya casi lo tenía! No, no te desconcentres, no pierdas de vista tu objetivo, no desperdicies esta oportunidad. ¡Hecho! El impacto esta vez ha sido violento, corren juntos a la habitación. Los espero. ¡Vamos!

No entran, han logrado alcanzar a ver el cuerpo probablemente. ¿Dónde están? La policía está en el departamento de Christy, lo he logrado. Ya veo, uno se quedó acomodando los cuerpos de la pareja y la niña. Puedo verlo escondido en una de las habitaciones, claramente ya puso al resto sobre aviso. No dejare que escapen.

Solo son tres y se mueven nerviosos a la sala inseguros de la decisión que van a tomar. No tienen posibilidad, su amigo acaba de ser abatido en estos momentos por uno de los oficiales. Seguro iré a prisión también. Igual, no me queda nada. A uno de ustedes, tampoco. Esa niña no tenía por qué morir.

La sangre les salpica a los dos en la cara, su amigo yace inerte con la cabeza destapada. No se muevan o correrán la misma suerte. Solo me queda una bala, no me tienten. Sabían que hacía una semana y media había apenas entrado a la primaria. Una vez tuve una hija, me pregunto qué será de ella. Debe haber formado una familia, a lo mejor tiene un hijo o dos.

Han puesto al resto de la banda en custodia, no hay nada más por hacer. Que terribles circunstancias habrán obligado a los Méndez a tratar con esa gente, ya no importa. A mí al menos, no me importa. Todo se ha acabado, voy a entregarme. En la radio suena Help to Help Myself, de John Lennon.

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