En este lugar tenemos bastante vida salvaje: ciervos, alces, incluso un ocasional oso y sus cachorros han sido vistos por esta región. He escuchado sonidos de animales que vienen de estos bosques desde que nací, pero nunca como el de esa noche. No pretendí negarlo, como lo hicieron todos a la mañana siguiente, había sido lo suficientemente aterrador, así que decidí investigarlo. Un par de amigos en la escuela decidieron ayudarme sin mucha suerte, no ocurrió nada hasta un par de semanas después. Ni siquiera tuve que molestarme en notar mi disgusto a todo el mundo. Todo el vecindario empezó a asomarse por sus ventanas. Encantado, me asomé también para darme cuenta de que se trataban de cucarachas. Gigantescas y apestosas, chillando como bebes suplicando por el pezón de sus madres. Entiendo que, nadie creyera lo que estaba viendo en ese momento. Ahora, salir afuera a tomar fotos con sus teléfonos móviles desde un principio me pareció una pésima idea. Los gr